Prólogo - Mi Sombra, el zapato de una espía



Viejo, gastado, errante. Así me vería cualquiera tirado en un armario. Pero guardo más historia en mi suela que muchos en toda su vida.

Pertenezco a Alondra, mujer que recorrió el siglo XX con pasos firmes y silenciosos. Hoy está mayor, ajada, y sus recuerdos se dispersan como polvo en la luz. A veces sonríe sin saber por qué, a veces me mira como si intuyera que yo guardo lo que ella perdió.

Porque yo no soy solo un zapato. Soy Mi Sombra, su talismán, sus pies en las huidas, su salvavidas en las persecuciones. Cada cicatriz que sufrí fue reparada con esmero: una costura reforzada en Lisboa, un tacón rehecho en Londres, un cuero lustrado en Viena. Ella nunca me reemplazó. Yo era más que un objeto; era su cómplice.

En mis grietas se esconde la memoria de ciudades en guerra, de pasaportes falsos, de encuentros en cafés donde un leve roce significaba la diferencia entre la vida y la muerte. Yo la acompañé cuando nadie más lo hizo. Y ahora, cuando su mente ya no recuerda, me toca a mí narrar nuestras aventuras.

Este es el inicio de mis confesiones. Cada capítulo será una herida, un viaje, una ciudad marcada en mi suela. Viena, Estambul, Berlín, Londres, Praga, Lisboa, Madrid… lugares donde no solo sobrevivimos, sino donde Alondra escribió con sus pasos una historia que el mundo nunca conoció.

Yo, Mi Sombra, seré quien la cuente.

Próximo sábado: I. Viena, 1952 - La primera cicatriz

@SoniaGama65



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