Color negro

Elegante, sobrio y a veces doloroso.

Las connotaciones de este color utilizado por diseñadores, humoristas y personas que desean ser imparciales o neutras en su vestimenta a la vez que adecuadas a cualquier ambiente, cambia según las circunstancias o el contexto.

 

Se vuelve sombrío y triste cuando alguien lo utiliza para demostrar su dolor por la pérdida de un ser querido.

 

Hoy me he visto sobrecogida por este color. Cuando esta mañana, las tres mujeres de la casa, hemos salido vestidas con un profundo, riguroso y oscuro color negro que resaltaba en la claridad de una mañana luminosa del mes de mayo. 

Llevabamos ropas que habíamos utilizado y combinado en multitud de ocasiones para distintos eventos. Pero esta mañana las tres vestíamos un inflexible color negro, una mirada apagada y el dolor instalado en el alma. Ese color se convertía en un puñal que se clavaba en el corazón, que apagaba nuestra alegría y acompañaba a nuestro dolor. 

 

¿Qué tiene el color negro que hace desvanecer cualquier sentimiento de alegría o empodera a quien lo lleva según su estado de ánimo?

 

Hoy ese color era el reflejo de nuestra aflicción, nuestra angustia y lamento, hoy ese color era una extensión de nuestro sufrimiento.

 

Baño de lágrimas, mejillas cenicientas y mentes obnubiladas por una pena infinita que se desbordaba por segundos en llantos de ríos húmedos, sollozos silenciosos y pena profunda.

 

Hoy el negro vestía nuestros cuerpos, nuestra mente y nuestro corazón. Nos envolvía como una capa de tristeza que nos hacía sentir que el mundo se había vuelto gris y sin vida.

 

La pena nos había vuelto frágiles y vulnerables, como si nuestra piel se hubiera vuelto más fina y cualquier roce nos hiciera sangrar.

 

Así era nuestro estado de ánimo, sumidos en una profunda tristeza que nos hacía sentir que nunca volveríamos a ser las mismas. 

Que dura es la vida a veces.

 

S.G - @SoniaGama65