No se escucha el trueno hasta que el rayo quiebra

No se escucha el trueno

hasta que el rayo quiebra,

sin aviso, sin tregua,

cortando el hilo tenue de lo común.


Y me encuentro

enredada en el torbellino de lo absurdo,

como quien busca un reloj

en la tormenta de arena.


No son tragedias,

son golpes torpes del destino,

tropezones cotidianos

que resquebrajan la paciencia.


¿Qué más? ¿Qué más podría romperse

cuando ya se ha roto todo lo que no duele?

El grifo que gotea,

la llamada que nunca llega,

la puerta que cierra mal

y me encierra en la rutina.


Es una rabia muda,

como gritar bajo el agua,

como buscar justicia

en lo injustificable.


Y tengo que asumir,

que lo que no pesa se acumula,

que lo que no hiere se apila,

hasta ahogarme en su monotonía,

hasta ahogarme en mi desesperación.

@SoniaGama65



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