Restaurante de carretera
Verano. Vuelvo a pasar por delante de aquel restaurante de carretera y el recuerdo me hace sonreír.
Tú y yo de vuelta de nuestra pequeña escapada a Santander. Aún percibo la tristeza que sentí porque volvíamos a casa y eso significaba separarnos.
Separarnos, el tiempo nos separó del todo, tan solo hace un par de años volvimos a tomar contacto y ni siquiera nos hemos vuelto a ver cara a cara.
Pienso en ti y todavía sonrío, todavía siento en mi la caricia de tus manos y el eco de tus palabras.
Caímos en el olvido, pero nuestras almas aún se recordaban.
Emocionante el texto por lo profundo, por los recuerdos de aventuras, por el tiempo pasado... Precioso
ResponderEliminarSí el tiempo pasa rápido, como ha pasado desde que escribí esa entrada. Y es curioso como los buenos recuerdos nos hacen sonreír y los malos con el paso del tiempo se atenúan.
ResponderEliminar