Esas personas que dejan poso


     A veces en los momentos más inesperados o tontos por ser cuando a lo mejor estoy limpiando o simplemente tomándome un café mantengo conversaciones conmigo misma.

 

Esta mañana sin ir más lejos me he sorprendido pensando en esas personas que cuando las conoces te caen simpáticas, son agradables, pero sin más. Y esas otras personas que tienen una personalidad tan arrolladora que te apetece estar siempre a su lado, que buscas cualquier excusa por tonta que sea para hablar con ellas.

Pero luego he reflexionado y me he preguntado “¿a la larga con quien me suelo quedar?”

 

Pues no sé el resto, pero en mi caso, si esas personas que en un principio tan solo me han parecido agradables sin más saben jugar bien su papel y día tras día hacen sentir su presencia, van calando despacito en mi mente, creando un poso firme que a la larga se me hacen más imprescindibles que las otras.

 

Seguramente porque las personas arrolladoras no lo son solo para mí sino para el resto del mundo y aunque simpáticas y atractivas viven en su mundo de popularidad y pasan por mi vida como de prestado, vamos de paseo, de estar y vivir solo un momento determinado tras el cual se desvanecen como el humo.

 

Esto me ha hecho pensar en que grupo de personas me podría incluir yo y echando la vista atrás es cierto que con tranquilidad y paciencia siempre he conseguido todo o bueno casi todo que siempre hay algo que se resiste.

 

Así que supongo que pertenezco al grupo de personas agradables que con su perseverancia van creando poso. 


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